Siguiendo con la tónica de este visionado paulatino de polaroids X70 de los años 80 y en concreto con estas últimas que os vengo poniendo, todas ellas de animales domésticos de granja, que sacara principalmente en el valle navarro de la Sakana y con la sorpresa manifiesta de los dueños de los animales retratados (buenas risas, en concreto con las vacas…el dueño vio las fotos cuando se levantó de la siesta y lo que contempló; las fotos que había sacado en la cuadra con los permisos de sus hijos…pero claro recién levantado de la cama y ver a sus “conocidas vacas mutadas” hizo que se restregara los ojos y buscara sus gafas….y como dicen que las fotos sacan la realidad, corrió despavorido a la cuadra a ver lo que les había pasado a su ganado durante su siesta, quedándose más tranquilo, solo cuando las vio como las había dejado antes de su sueño, pastando y sin las mutaciones de las fotografías que le habían sobresaltado al verlas, y no vean de que manera….Entonces logró tranquilizarse.
A continuación salimos a una zona donde en un escarpado bastante vertical andaban unas cuentas cabras y cabrones alimentándose plácidamente.
Como las polaroids no disponían de un zoom, no tocaba más remedio que ascender por el escarpado risco. No les debió hacer mucha ilusión el conocer al desconocido “fotógrafo” que trepaba, mientras ellas y ellos seguían ascendiendo para separarse del que querría acercarse a ellas…….Tras descubrir la más rezagada que el fotógrafo no entrañaba mucho peligro (un testarazo y el que escribe tenía una buena caída hasta el punto de partida inicial).
Mientras era consciente de mi inconsciencia, la cabra fue acercándose, cada vez más, tanto así, que queriendo descubrir el objeto desde el cual la apuntaba, se aproximó tan rápidamente que me tuve que girar rápidamente, pues desde el visor, lo que era un primer plano, en un instante se convirtió en una negrura total lo que vi tras la máquina fotográfica….simplemente y tomándose toda la confianza del mundo, el animalito quiso darle un trascado a la cámara, supongo para probar el sabor.
Al girar la cámara rápidamente para que no la mordiera, nos vimos las caras frente a frente, no se si del susto mutuo, pero pegó un salto y no vean que salto más ágil, y antes que se me perdiera cada vez más en más altura, es cuando saqué la foto que os presento y la transformación de la misma apoyado como pude en la verticalidad …luego bajé con cuidado viendo hasta donde me había subido siguiendo a la cabras.
hoy: la cabra que casi se come mi cámara de polaroid……
PD: Cuidado con las cabras y cabrones, sobre todo si estos últimos en vez de cuatro patas, solo tienen dos.
Pasen un buen fin de semana, éste menda lo va a disfrutar.
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