19 de octubre de 2008

Hartismo y gamusino exterminador

Tras la presentación del manifiesto sobre el Hartismo este fin de semana en Galicia, la llamada desde Paris del escultor A. Orensanz y la colección de “trabajos variopintos a realizar” que tengo encima de la mesa -no se por donde empezar- He pensado tomarme un estupendo relajo para  este domingo, con lo cual amigos lectores os voy a dejar con con unos pequeños comentarios y de final  os pondré al Gamusino exterminador.

 

Tras mucho tiempo encerrado en los abismos –el gamusino-del fondo del mar y mezclando el Hartismo cultural vigente: No sabía si llamar al pescatero para que me preparara unos cuantos peces diversos para meterlos en Acuarios llenos de formol y buscar millonarios sin cultura para que los compraran como grandes obras de arte y mi cartera empezara a rebosar, mandando al carajo el trabajo y el esfuerzo para conseguir unos resultados plásticos, algo digamos –desde mi punto de vista- más creativos.

 

Ya me dirán ustedes que creatividad tiene meter cadáveres de animales en formol y todavía menos considerarlos como obras de arte.


 Si quieren pueden ir a cualquier Universidad que tenga Biología en sus ramas de enseñanza para ver los susodichos en formol y si esa contemplación de seres ya sin vida les apasiona, desen una vuelta por la facultad de medicina, esta vez los animales muertos tienen formas humanas…………

Menos mal que a Leonardo da Vinci el surtirse de cadáveres le salía más barato, aunque dicho de paso ilegalmente-pudiendo ser penado.

 Pero este trabajo en que se embarcó era  para descubrir el conocimiento del funcionamiento interior del ser humano.

Como anécdota de este señor del Renacimiento deciros que La máquina óptica humana le trajo más de un disgusto, pues cada vez que cortaba un globo ocular  para ver lo que contenía, todo se convertía en liquido acuoso, hasta que descubrió que podía utilizar un proceso tan antiguo como hervir un huevo fresco para que se convirtiera en un huevo duro y de forma tan simple poderlo

 estudiar.

 

Como el timar a la gente no es mi fuerte, he decidido dejarle el negocio de los peces en formol a mi amigo el pesca y a vosotros  dejaros con el susodicho gamusino exterminador que es el resultado de un cruce entre el calamar y una caracola.

 

Este experimento se realizó hace 15 años, pero hasta este día no ha salido a la luz.

Con lo cual os dejo con el animalito en cuestión.

 

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