12 de febrero de 2008

El arte en Navarra visto por los galeristas

Esta vez os traslado la entrevista que realiza la periodista Paula Echeverria para el diario de noticias de hoy a diversos galeristas navarros y sus impresiones sobre su "visionado" y trabajo por estas tierras.
-Que cada uno saque las conclusiones- Mientras el que os escribe es vetado por el Ayuntamiento de Pamplona , tras demostrarles su falta de cultura y de interés por defenderla mediante la Defensora del pueblo........., Por cometer "tan terrible crimen" como acercar la cultura al ciudadano de a pie mediante el Performance Despertando a la ciudad (Ver anteriores capítulos en el blog o directamente todo lo que aconteció para que la falta de inteligencia de un Ayuntamiento sea estudiada por diversas personalidades del mundo de la cultura y Universidades que si creen en el valor de mi trabajo y en mis diferentes formas de presentarlo.

Pasamos al artículo:


EL DESINTERÉS DEL PÚBLICO Y EL POCO APOYO INSTITUCIONAL FRENAN EL MERCADO ARTÍSTICO
LOS GALERISTAS

los galeristas no ven reconocida su labor de difusión de la cultura en la comunidad Los jóvenes de hoy, dicen, no tienen adquirido el hábito de ver exposiciones ni, muchas veces, los recursos para comprar

pamplona. En las horas previas al arranque de Arco, feria que protagonizan galerías de todo el mundo y por la que pasan en cuatro días cerca de 200.000 personas, conviene mirarse hacia adentro y reflexionar sobre lo que ocurre en Navarra respecto al arte contemporáneo. Que no hay mercado -o si lo hay, muy pequeño- lo dicen los propios galeristas, quienes atribuyen esta situación a la falta de interés por parte del público y, también, a la falta de apoyo por parte de las instituciones.

"Necesitamos estar apoyados por ambos sectores, público e instituciones, que crean que el arte contemporáneo y sus artistas son necesarios para la sociedad en la que vivimos", dice Moisés Pérez de Albéniz. Con diez años de trayectoria en la galería que lleva su nombre, señala en este sentido que "cerrar salas de exposiciones, como ha ocurrido con algunas de Caja Navarra, no es el camino adecuado para la comprensión del arte contemporáneo y la difusión del trabajo de nuestros artistas". José Luis Mayor, de galería Pintzel, y Juan Amiano, de la galería del mismo nombre, coinciden en señalar que "las instituciones cumplen con Arco y con llenarnos de centros de arte ". En este sentido, desde Reciclarte opinan que "la compra de arte por parte de organismos públicos en salas privadas locales sería una buena muestra de apoyo a la labor de difusión de la cultura" que se hace desde las galerías.

¿y el público? Recientemente se hacían públicas las cifras del grado de interés que despiertan las galerías de arte en la Comunidad Foral, extraídas de la última Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales elaborada por el Ministerio de Cultura, y no eran nada alentadoras. Casi el 23% de los encuestados navarros manifiesta que las galerías de arte no le interesan nada o casi nada, y sólo el 3,3% que dice tener por ellas un gran interés. Porcentajes que se traducen en un descenso general y progresivo en el número de visitantes asiduos a las exposiciones. Aunque cada galería es un mundo, la mayoría coincide en que en Navarra, el año 2007 ha sido en cuanto a ventas y visitas "más flojo que 2006".

Las causas de este bajón pueden ser muchas, aunque la primera que citan los galeristas es, precisamente, esa citada falta de interés. Y, matiza José Luis Mayor, "sobre todo falta de interés por el arte que se hace en casa. Como siempre, parece que lo de fuera es lo mejor". También influye la falta de tiempo, de costumbre y de dinero para comprar obras... "Los jóvenes de hoy no tienen nada adquirido el hábito de visitar exposiciones, prefieren otras formas de ocio, lo cual es muy respetable. Y de los que tienen interés y disfrutan viendo arte, la mayoría no tiene medios para comprar", reflexiona Juan Amiano. Mikel Armendia, de la galería del mismo nombre, coincide al opinar que "los jóvenes prefieren gastarse el dinero en ropa, en cenar o salir con los amigos que en comprar arte", y por eso, añade, "la gente de entre 45-50 años que ya tiene pagado su piso o su coche es la que más dispuesta está a adquirir obras".

Al parecer, los navarros no contemplamos el arte como un destino de gasto habitual, ni siquiera a la hora de decorar una casa recién estrenada. "Deberíamos plantearnos que un cuadro tiene su componente de decoración, como las televisiones de plasma, y encima son más baratos", propone José Luis Mayor. Desde Reciclarte coinciden en que "hay miles de artículos que tienen preferencia en la lista de la compra antes que el arte, de lo que se deduce la falta de educación y de cultura en este ámbito, el desconocimiento del mercado, de sus precios y posibilidades".

somos clásicos Si ya es difícil vender arte, todavía lo es más si al arte se le pone la etiqueta de contemporáneo (aunque es un error limitar este término al arte emergente, abstracto o de vanguardia, cuando arte contemporáneo es, simplemente, el arte que se hace hoy, ya sea un bodegón figurativo o una atrevida instalación con materiales reciclados).

En cualquier caso, los navarros somos clásicos. "Da igual de Barceló que de Tapies, vender contemporáneo aquí está muy difcíl. Se hacen muchísimo antes en otras regiones del Estado, Barcelona y Madrid principalmente. Aquí parece que lo que no sean paisajes y bodegones...", señala Mikel Armendia, quien apunta que "la cosa se complica aún más en el tema de obra gráfica, que en Navarra está peor valorada. Se tiene la consideración de que es poco menos que una fotocopia, cuando lleva detrás un trabajo muy grande desde el punto de vista técnico; el desconocimiento es abismal", reconoce.

En cuanto a lo que se vende, la pintura sigue ganando a la escultura, "aunque ésta se compra cada vez más, el mundo del adosado, supongo", apunta José Luis Mayor. Los galeristas navarros coinciden al señalar que la mayoría de las obras que venden se destinan a los hogares. En el caso de Pintzel, el 90% de la obra vendida va a viviendas particulares.

por amor al arte Para muchos galeristas navarros, cada nueva exposición que programan es una aventura apasionante, un desafío con el que disfrutan pero también, y últimamente más, supone un esfuerzo mayor por una recompensa cada vez menor. "Yo sigo en esto porque tengo otro negocio que me permite vivir, que si fuese sólo por la galería, hace tiempo que tendría que haberla cerrado", reconoce Juan Amiano. Cuando decidió abrir su galería en Pamplona, hace ya siete años, le decían "que estaba loco, y ahora les doy la razón a muchos de ellos. No haces más que gastar, invertir dinero y eso luego no te revierte a ti... Sigo por vocación, porque me gusta. Pero ahora mismo la realidad es que si consigues en las exposiciones igualar gastos te das con un canto en los dientes", cuenta.

Cuando Mikel Armendia se propuso hace tres años abrir la galería en Pamplona, ignoraba que la venta en el mercado local sería tan dura. "Siempre oigo decir que en los años 90 se vendía muy bien, pero a mí me han tocado estos tiempos y he tenido que salir fuera, hacer ferias, y ahí funciono maravillosamente. Vender aquí es una labor muy complicada. Es una pena porque uno abre la galería con ilusión para la gente de Pamplona, y al final tienes que salir fuera para vivir, porque aquí no se podría vivir, ni institucionalmente ni de los privados", afirma. José Luis Mayor es uno de los veteranos en estas lides. "Son ya 28 años de pelea en el mundo del arte, y ahora vivimos un momento de bajón. El pasado año 2007 me ha recordado a las primeras exposiciones que monté, que eran una verdadera aventura, y muchas de las cuales pasaron sin pena ni gloria. Creo que estos bajonazos son cíclicos, nos están machacando con la crisis y al final en lo primero que repercute lógicamente es en esto", argumenta.

En Reciclarte la situación conlleva una dificultad añadida: "Exponemos a artistas emergentes, creadores que son poco conocidos y cuya obra supone un mayor riesgo o apuesta para el que compra". El caso de Moisés Pérez de Albéniz es distinto, ya que su galería se centra en obras de vanguardia enfocadas más a un mercado nacional e internacional. En este sentido, los tiempos que vivimos suponen por un lado una ventaja para el galerista: "El mercado del arte se ha globalizado y esto hace que desde la calle Larrabide en Pamplona se pueda acceder a clientes en Europa, Asia o América, gracias a la participación en ferias internacionales", apunta Moisés. Y así, cada uno a su manera, subsisten.

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PD: Muy pronto comienza la "Feria de las Vanidades" o la nueva feria de ARCODEPENDIENTES, Lola Crespo, de la veterana galería madrileña Utopia Parkway, acusa al procedimiento de selección de falta de transparencia, al tiempo que devuelve la habitual acusación de "arcodependientes" a aquellos "que participan una edición tras otra, copando las compras institucionales y vetando a posibles competidores"la Galería de Madrid Send dirigida por Eugenia Niño, dice esto: "para resumir Arco en dos palabras hablaría de desvergüenza y más desvergüenza". Tal vez esta palabra, repetida, explique mejor que otras, el nivel de malestar existente.
Este año parece que ni el Ministerio de Cultura de España tiene muchas intenciones de comprar y la comunidad de Valencia y Andalucía han suspendido sus compras tras el varapalo que recibieron sus galerias al no ser admitidas este año. Pero que no cunda el pánico El Exmo Ayuntamiento de Pamplona tiene preparados 50.000 euros para comprar ........

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