24 de enero de 2012

Incongruencias demostrables con la cultura en Pamplona y Navarra.


Incongruencias demostrables con la cultura en Pamplona y Navarra.

Incongruencia: dícese de lo que resulta absurdo, de lo que es un contrasentido o un despropósito.
Lo podemos tomar como  la inadecuación de quienes debieran ser adecuados para no cometer incoherencias y que desde luego traen consecuencias en un mundo donde la barbarie de la inconfesable necedad es vista sin cortapisas; como es el caso palpable y latente en las discriminaciones o barbaries cometidas en este caso en la ciudad de Pamplona con el trato discriminatorio a quien haga un desarrollo artístico en espacios públicos; aunque visto cómo funciona este ayuntamiento , debiéramos decir espacios privativos para amigos, destruyendo de entrada el término público.

Teniendo en cuenta las palabras absurdas e incoherentes (volvemos a la incongruencia como norma habitual en el ayuntamiento de Pamplona en términos culturales) de estos mandatarios con las que se defendieron ante la recriminación de la defensora del pueblo de Navarra: “si el autor hubiese realizado su desarrollo artístico en las salas de exposición que tiene el ayuntamiento no se le hubiese cobrado nada… pero al haber utilizado el espacio público el autor está sometido al pago de las tasas correspondientes….” (Ver el desarrollo que hiciera : Despertando a la Ciudad)

Jocosos e irracionales, vulgares e impresentables, cínicos y anacrónicos, incultos e hipócritas.

Todavía nadie en el excelentísimo ayuntamiento ha tenido a bien explicarme cómo a mi trabajo y desarrollo artístico de cara a mis ciudadanos en una rehabilitación mediante la cultura de un espacio depauperado y conseguida la comunicación, el encuentro, el estudio y los talleres artísticos abiertos al público en general y en particular a los mejores artistas: los niños. Sea yo el pagano del capricho de algunos de ustedes ya catalogados como impresentables en puestos de poder  al ser el único artista al que le han intentado y de forma soez cobrar por algo presentado por ellos mismos, para luego intentar darme su puñalada trapera. Ustedes que se consideran lo mejor de lo mejor no son más que unos completos incultos aculturales.

Expliquen pues a la ciudadanía lo que a todas luces es demostrable: en el mismo lugar Pamplona, en el mismo año, los mismos personajes en el ayuntamiento y pongamos también a un artista perteneciente a la secta dominante en Navarra (obra de Dios). Se le pone una exposición de sus llamadas esculturas en un parque de nombre Yamaguchi, no se recatan en gastos, incluyendo un helicóptero, más los permisos para sobrevolar la ciudad conseguidos en el mismo día, depositando desde las alturas y llenando de acero corten el parque nombrado, hacerle también un catálogo pagado por todos los ciudadanos y desde luego imposible comprarlo durante y ahora viene lo más fuerte seis meses que duró la exhibición al aire libre.


Le pregunté directamente a este autor si “mi querido ayunta-miento de Pamplona le había girado un recibo -como a mi me hiciera-para cobrarle la inmensidad de metros cuadrados que tiene el parque de Yamaguchi y multiplicado en el tiempo por los  180 días en que sus esculturas estuvieron a la vista. (No quise entrar en detalles sobre lo que nos habíamos gastado en su catálogo toda la ciudadanía) la respuesta fue que todo le había salido gratis.

Como habrá visto el lector en este ejemplo; la palabra a incongruencia y algunas más de grueso calibre que no pienso utilizar son las que representan a este ayuntamiento.

La doble moral es lo que impera, si de esto parece que ya ha transcurrido un largo tiempo vayamos al que ha sido el último "performance público” mostrado en Pamplona: ¿Adivina el lector quien lo organizó y al que se le pusieron todos los medios públicos? la Universidad del Opus Dei en Navarra y estoy totalmente seguro que Ignacio Polo mi “queridísimo concejal multón” y cofrades no dijo ni Pamplona y desde luego que no les pasó factura alguna.

Habrá visto el lector las “curiosas” concomitancias entre la secta religiosa y los Apoltronados incongruentes mandamases que la bendicen y nos discriminan al resto en beneficio de….. sus amiguitos del alma. (Seguro que alguno aspira a ser concejal de Dios en el ayuntamiento de los cielos)

Curioso pues por no decir lamentable que estos oscuros personajes que hacen lo que les viene en gana con las personas y ciudadanos no tienen valor ni conciencia, pero siempre gran pecunio en la cartera.

Ahora que tenemos una exposición itinerante con el pensador de Rodin y los burgueses de Calais puestos al aire libre (de una forma desordenada y de ninguna manera al gusto del pensamiento de Rodin) en la plaza del Castillo de Pamplona; traída por una entidad bancaria de nombre la Caixa  ¿dónde está el concejal multón…. acaso les explicará que no dejen las esculturas para qué las observen los ciudadanoa… que para eso tienen las salas oficiales el ayuntamiento, para guardarlas entre cuatro paredes……..
A estos señores de la Caixa no les irán con eso de las tasas de ocupación del espacio público…. simplemente la entidad bancaria les pasará la factura al ayuntamiento por traerles las esculturas  y estos pagarán a la banca lo que les pidan.

El absurdo de los absurdos representantes en el ayuntamiento de Pamplona.

PD: si alguien tras leer este escrito piensa que reniego de los artistas metidos en sectas, quítense  la idea de su cabeza, me es algo totalmente indiferente y las obras me gustan o me dejan de gustar por lo que veo y observo no por la filiación del autor. Simplemente he puesto unos hechos reales que demuestran la discriminación palpable que tiene a bien hacer el gobierno de Navarra y en concreto en estos casos el ayuntamiento de Pamplona dependiendo de quién sea el autor o entidad que acerque el arte a los ciudadanos a unos les cobra y a otros les regala los millones.

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