Seguiré con el despertar en medio de la noche
Esta vez dejé aun lado la posición horizontal y volví a reincorporarme siguiendo el dulzón aroma que noté. Salí del cuarto buscando a Trinki.
El agradable olor parecía venir de la escalera y abrí la puerta de entrada.
Un magnífico resplandor inundándolo todo y que cegó mi vista durante unos instantes fue lo que pude percibir. Cuando mi vista se acostumbró empecé a ver y a recordar las conocidas luces tintineantes, con ritmos cambiantes de los gamusinos.
Encima de ellas suspendido en el hueco de la escalera logré distinguir a mi amigo, que me miraba con una sonrisa jocosa-maliciosa y un tanto gamberra.
Una parte de las lucecitas descendieron hasta donde me encontraba, haciendo un traje a mi alrededor, cuando al instante fui impulsado por una extraña fuerza, ascendiendo despacio hasta ponerme a la misma altura de mi amigo gamusino.
Radiante y perfumado me saludó con palabras que apenas pude descifrar, dándome dos ósculos en las mejillas que me hicieron comprender sus anterior “pequeño saludo en gamusiano”.
Le conté lo de los tirones de orejas que acababa de tener en sueños y su sonrisa fue tan ostentosa……….
Continuará
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