Mi ciudad y sus jugos gástricos

Algunas veces viendo a mí alrededor o más bien, desde el punto geográfico en que me ha tocado vivir: si la cultura tutelada que ofrecen a mis semejantes es un adorno floral al gusto y regusto de unos intereses que poco o nada tienen que ver con lo que yo personalmente creo que es la cultura con mayúsculas.

Si cultura entienden por:

Degustaciones y catas de vinos.

Semanas del pintxo y bocadillos

Chocolatadas y Txistorradas para promoción del comercio.

Degustaciones de espárragos con denominación de origen en plazas públicas

Degustaciones de terneras cocinadas con denominación de origen en plazas pública

Degustaciones del cordero local con denominación de origen en plazas pública

Correr delante de unos toros en el encierro

….seguro que me olvido de alguna más “santa tradición” que ellos llaman cultura.

Tanto alimentar estómagos agradecidos y ser conocidos por el libro Fiesta escrito en 1926 por Hemingway …..algunos cargos locales, creen que eso es la cultura o por lo menos así lo venden y presentan.

Cuan diferentes y lejanos pueden llegar a ser mis postulados sobre el arte y la cultura EN MI CIUDAD, frente a tales artificios sumamente localistas y tutelados.

Tanta tutela o incultura del poder hace que el arte sea el olvidado y por ende la cultura perdida entre tanto jugo gástrico en movimiento un fin de semana sí y otro también.

Los pobres de mente en altisonantes cargos “culturiles” parecen desconocer o en su caso prefieren teledirigir el aburrimiento gris generalizado, mostrando su miedo a la cultura libre y a la apertura de mentes que dicha palabra y conocimientos aporta a los ciudadanos….pero parece ya, desde hace años preferible llenar los estómagos, que enriquecer las mentes de los que algunos “en su miseria humana” creen súbditos en periodo de abducción mediante el llenado de estómagos y vaciado de mentes, que personas con derecho a la Cultura en libertad..

PD: La declaración de los derechos al conocimiento y la cultura nombrados por la UNESCO parece que por estos lares  entre comilona y comilona no les ha dado tiempo a leerla a “tan grandes personajillos”.