Siguiendo con el artículo que escribiera
Fabricio Potestad 10-1-2008
*Políticos VIP y discrepancia
y que puedes leerlo en este blog
Publicado el 10/01/08
me ha parecido interesante por sus "parecidos razonables" el artículo escrito por F.L. Chivite y de título: Los jefes tóxicos son perjudiciales para la salud
Ya lo sospechábamos. Pero ahora un equipo de investigadores suecos lo ha demostrado científicamente. Han comprobado que aumentan el riesgo de infarto. Por no hablar de las nuevas enfermedades del alma. Nadie ignora que, para una persona medianamente inteligente, una de las cosas más difíciles de soportar en esta vida es tener que obedecer a un jefe estúpido. Y tener que asentir una y otra vez a sus geniales ocurrencias. Porque, ojo: la estupidez no sólo no supone un obstáculo para obtener jefaturas, sino que con frecuencia puntúa como un mérito. En la callada lucha que, desde los albores de la especie, existe entre la inteligencia y la estupidez no está nada claro que la inteligencia se imponga. Ni siquiera la mitad de las veces. Además, determinados ejemplares sólo manifiestan su profunda estupidez tras haber alcanzado una posición de privilegio. Quienes los sufren saben que nada puede haber más descorazonador que tratar de convencer a un jefe estúpido de que está equivocado. El jefe estúpido desconfía por instinto de la inteligencia ajena. Y disfruta exhibiendo su impermeabilidad a la razón. Observar el desconcierto que genera a su alrededor, lejos de hacerle reflexionar, le resulta estimulante. Ahora se demuestra que no sólo son nocivos para la salud de sus subordinados, sino que además inhiben su rendimiento y dañan a la empresa. También lo sospechábamos. Los científicos siempre acaban demostrando que nuestras peores sospechas eran ciertas. Nos hacen suspicaces a la fuerza. Me pregunto si algún día no lejano demostrarán lo mismo respecto a los políticos. Porque eso es algo que todo el mundo ha sospechado alguna vez. El enorme potencial tóxico que tienen los políticos estúpidos. Sciascia decía que hoy en día la estupidez y el fanatismo son inseparables. No hace falta más que echar un vistazo al panorama para darse cuenta de que es así. Y de que la estupidez de sus políticos puede tener efectos devastadores en una sociedad. Que cada cual se ponga los ejemplos que quiera. F.L. Chivite
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