Que la picaresca es otra forma de vivir del arte no es descubrir precisamente la pólvora a estas alturas.
Pero lo que raya la obscenidad en el arte es la nueva moda de: Nombrar gestores de casas y centros de cultura (en Navarra han proliferado como setas este tipo de edificios) y en vez de dedicarse personalmente (que para eso se les paga) a la gestión del centro correspondiente, les es más cómodo, por no requerir esfuerzo alguno, delegar –pero siempre cobrando por su no hacer nada en el cargo- en alguna empresa privada; para que vaya rellenando con su cartera de amigos y espectáculos comunes los centros…..Originalidad ninguna y el trabajo de campo –que debieran hacer para descubrir lo que se cuece a nivel artístico (Local y foráneo) fuera de los circuitos autofagocitables y repetidos se queda en nada, en referente a lo artístico y cultural con vida propia. Dando primacía al cobro de dineros públicos para la máxima comodidad de ciertos gestores que como verá el lector, sólo gestionan su cartera y salud, dando simplemente con esos comportamientos una cultura y arte de relleno para un público no muy exigente, por el desconocimiento de los verdaderos impulsos del arte y cultura, al que son dirigidos una y otra vez.
Anecdotario: En un relevante centro de cultura, tras un espectáculo audiovisual que tenía programado. Me vino el director y el subdirector; todos emocionados por lo que acababan de ver y me explicaron que lo que habían presenciado era de lo más moderno y vanguardístico que sus ojos habían visto…….Contuve la sonrisa, el espectáculo que les había puesto fue un experimento para ver la validez y el paso del tiempo sobre dicha obra presentada……que había estrenado en circuitos más comunes e informales al público, hacía la friolera de 25 años.
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