Tras mi viaje mental Saturnal y de regreso al Estudio: Os diré que todo transcurrió por los límites normales para algunos, e insondables para otros.
Todo comenzó cuando descendí suavemente de los brazos de un Morfeo a la vez sonriente y un poco quejoso del trabajo extra –Nadie le había avisado-, me depositó en un inmenso jardín de un Palacio, donde una aparente escultura me esperaba cual corcel alado, en representación de Pegaso.
Los relinchos de salutación al llegado y la paz que se respiraba en este lugar se truncaron en tremendo bullicio y alboroto, al paso de seres rutinarios -me dijeron que se llamaban “Los rutinarios - . Calcados unos de otros en sus pobres miserias….errantes de siglos, y solo por instantes parecían cambiar sus haraposos atuendos en la rueda de su “mal destino ganado”.

No eran hombres, no eran mujeres, eran muñones de carnes que querían tener formas humanas…Igual en algún preciso instante de sus vidas pudieron tener un “caparazón humano”, pero sus palabras resonaban como graznidos,
¿Hablando?.. o mejor dicho: gritando ininteligiblemente para este profano en la materia.
Quería disfrutar del conocimiento –ese que sigue asustando a timoratos-…pero por lo visto para conocer hay que ver y estar al tanto de un sin número de obscurantismos vigentes, desde el principio de la nada ….forjada y “modificada” a base de pequeñas intuiciones hasta nuestros días …..
No entendía mucho de lo que iba sucediendo a mi alrededor, cuando, una enigmática luz brillante cual simpática luciérnaga por su tamaño, empezó a dar vueltas y vueltas, cada vez a mayor velocidad, no fue mareo lo que producía en mi mente al seguir girando a mayor velocidad la luz, pero ello debió suponer en mí una especie de desvanecimiento –que no se el tiempo que duró- y para cuando volví a despertar… abrí de nuevo los ojos para encontrarme en una ciénaga de barro y piedras negras.
Y este es en formato Slide lo que vi en este Jardin de un Palacio en mi viaje Saturnal
Disfruten de este día 8 de Marzo
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