Con 38 años de retraso, Los habitantes de esta ciudad podrán contemplar en Junio de este año, lo que en Pamplona ocurrió en 1972, cuando las vanguardias del momento “tomaron” la ciudad , ante la mirada de una sociedad principalmente pacata bajo el mandato de Franco y de los diversos elementos; digamos con ganas de despertar a la cultura y al mundo, todos pudieron ver y participar de este desarrollo cultural –principalmente surgiendo en los espacios públicos y sorprendiendo a sus habitantes en las calles y plazas.
Algo en lo que nuestros actuales políticos, en sus rancios comportamientos no han logrado ni ponerse a la altura de las suelas de tan significativo evento ya en la historia.
¿Para qué aprender de hechos –que marcaron un hito cultural- pudiendo prohibir por su ordeno y mando simplista y sin cortarse en que se les vea el plumero de su analfabetismo cultural y su falso bienestar de contenedores de cemento, que como cárceles –alejan el arte y la cultura al ser “encerrada” de la ciudadanía, donde sus “viejos prejuicios” hacen que la cultura y el arte se separen del pueblo llano en un alarde de modernidad, más propio del siglo XVIII ,y en nuestros días sus discursos, solo queden en palabrerías vacuas de autoalabanza dirigidas a ellos mismos.
Ahora con ese retraso Real en el tiempo y este otro retroceso, mucho más triste:- el mental- en el hoy en día, para Junio nos mostrarán en Pamplona, y gracias al trabajo del Reina Sofía (Madrid) podremos ver lo que en otros tiempos vivió Pamplona con esa bocanada de aire fresco que supuso.
En este presente año; solo veremos el resumen, los recuerdos………El verdadero espíritu del arte y el acercamiento a los ciudadanos que se vivió, se encuentra muerto, con ese retroceso cultural de nuestros gerifaltes, en este siglo XXI se halla a años luz de lo acontecido en 1972, y a las pruebas reales de sus comportamientos y acciones anticulturales me remito http://especial07.pamplona07.com/…..y desde luego que no hemos visto ninguna dimisión de tales señores y señoras en sus cargos, y lo que es peor: ni sentir vergüenza de sus actos.
Pamplona una ocasión “de tantas”: perdida para la cultura y el arte en libertad.
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