A LA CATEDRAL
Para las diez y quince minutos había citado á las autoridades Doña Isabel, con el fin de visitar la Catedral detenidamente.
Y á esa hora, se dirigían en varios coches á aquella Iglesia, Su Alteza, la Marquesa de Nájera el Conde de Coello, el Gobernador y el Acalde accidental.
Recibida por el Cabildo bajo la presidencia del Obispo; y acompañado por ellos y por el arquitecto Ansoleaga, recorrió las principales dependencias de la Catedral.
Hizo elogios cumplidos de los claustros, que señaló, como de los mejores de España.
Vió muy complacida, la gran cocina* donde –yantaban- los peregrinos que iban á Compostela antiguamente.
Y examinó, en fin, todo lo que de notable encierra la primera Iglesia de Pamplona.
A “LA PERLA”
Cuando la visita al templo terminó, la Infanta y sus acompañantes se dirigieron al hotel, donde S.A. tomó un caldo; y, enseguida se trasladaron á la Diputación, en cuyo palacio había de tener lugar la recepción oficial.
EN LA DIPUTACION
Cuando llegamos al Palacio provincial, apiñada multitud la rodea esperando impaciente la llegada de la ilustre dama que alberga Pamplona.
Una compañía, con banda y música, se halla dispuesta para tributar honores á S.A.R.
Y, en el patio del palacio, una banda militar ejecuta distintas composiciones, durante la recepción.
La policía contiene con grandes esfuerzos al público que quiere agolparse á la puerta de entrada a la Diputación.
Doña Isabel, acompañada por su Dama, la Marquesa de Nájera, su secretario, el Conde de Coello; y el gentil-hombre de servicio, señor Albentos, llega y es recibida al pié de la
escalera principal, por la Excma. Diputación.
*Hoy en día no es visitable ni la cocina ni la judería, aledañas entre ellas. - pero siguen existiendo-
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Próximo capítulo: La Recepción , parecida a la del comic de Flahs Gordon -El emperador de Mongo .Ming- pero más localista.
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