Mientras soluciono unos pequeños problemas sin importancia (El ancho de banda del que dispongo y el número de descargas que se pueden producir, calculando con los datos que tengo del año pasado cuando os preparé diversas tarjetas de felicitación navideñas) Creo que entre varios servidores de diversos “amigos” tendremos suficiente, sin colapsar mi www.zenborain.com.
Cada calendario (son 3) que publicaré en PDF tiene un peso de aproximadamente 2mb, y teniendo en cuenta que el Departamento Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona solo quiso cobrar por ocupación de espacio público físico por acercar la cultura a los ciudadanos, creo que no podrá intentar cobrar por hacer mis regalos vía internet…….
Pero pensando en todos ellos y en su nulo interés en la cultura abierta a todos los públicos, les he encontrado un regalo perfecto para estas navidades. Algo retro para retros:
Confiando en que estos “distinguidos-as señores-as” lean las páginas de cultura, espero (es un decir)-habrán visto hoy este artículo publicado por el Diario de Noticias.
---------------------------------------------------------------------------------------
Imanol Agirre: "El acceso a la cultura no se logra creando cada vez más dotaciones"
UNA PUBLICACIÓN DE LA CÁTEDRAOTEIZA REFLEXIONA SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Recoge ensayos de Agirre, Olaia Fontal, Bernard Darrás y René Rickenmann
PAMPLONA. Que multiplicar las dotaciones culturales no garantiza el acceso de los ciudadanos a la cultura, y que cada vez es mayor la distancia que existe entre la cultura culta y la cultura popular. Son reflexiones que se extraen del libro El acceso al patrimonio cultural. Retos y debates que publica la Cátedra Jorge Oteiza, institución de la que forman parte la UPNA y el departamento de Cultura del Gobierno de Navarra.
La publicación recoge los ensayos de los cuatro expertos que participaron el pasado año en un curso organizado por la Cátedra en el que se debatió sobre patrimonio cultural: Olaia Fontal, Bernard Darrás, René Rickenmann e Imanol Agirre. El propio Agirre, que ejerce como profesor titular del Área Didáctica de Expresión Plástica en la UPNA, presentó ayer la publicación, que, dijo, "plantea los retos y problemas ante la voluntad generalizada de lograr que el patrimonio cultural no sea algo que está ahí, alejado de la participación y el interés de las personas, sino que sea posible un acceso democrático al mismo". Y ese acceso debería relacionarse, propuso, con la cuestión educativa y formativa. "Quienes nos dedicamos a la educación detectamos un problema, y es que por un lado están creciendo mucho las iniciativas y los recursos culturales, pero no se está produciendo una respuesta social equivalente a ese esfuerzo", plantea Agirre, para quien "la distancia entre la cultura culta y la cultura popular se está haciendo cada vez más grande".
El libro aboga por reorientar la idea de patrimonio cultural. "El patrimonio cultural lo podemos construir las personas desde nuestras experiencias. No es sólo conocer los monumentos y documentos legitimados por las instituciones, sino que tiene más que ver con el hecho de formarse a uno mismo", dice Agirre, quien sostiene que hay que "abandonar la idea de que el sujeto es una hoja en blanco en donde debe imprimirse su herencia cultural".
MÁS PONENCIAS El ensayo de Olaia Fontal trata de tres cuestiones: la definición de lo patrimonial y su objeto, el análisis de las prácticas didácticas que constituyen la educación del patrimonio y, finalmente, la propuesta de una genealogía para lo que denomina la "educación artística patrimonial". Por su parte, Bernard Darrás da cuenta de las dificultades que, también en Francia, atraviesa este campo. En su ensayo se pregunta si son compatibles los valores aristocráticos y burgueses que configuran el objeto patrimonial con los valores igualitaristas de la democracia social y en qué medida esta educación patrimonial no es un instrumento de perpetuación de aquellos valores. Como respuesta, propone una mejor articulación entre la cultura culta y otro tipo de prácticas culturales, dentro de lo que él denomina una "ecología de las culturas".
René Rickenmann analiza el papel que la escuela puede jugar en esta tarea de mediación formativa y considera que en la educación patrimonial y en las políticas de acceso a la cultura se pone demasiado el acento en la presentación de los hechos u objetos como un conjunto inerte de actividades ya pasadas, como motivos para la contemplación, cuando lo interesante es que fueran considerados herramientas de desarrollo personal.
PAULA ECHEVERRÍA
Sobre los autores. Olaia Fontal es profesora de la Universidad de Valladolid y autora de varias publicaciones sobre educación patrimonial; Bernard Darrás, profesor de la Universidad de la Sorbona, cuenta con una amplísima trayectoria como investigador en temas relacionados con la mediación cultural; René Rickenmann es profesor de la Universidad de Ginebra y experto en didáctica de la recepción cultural; e Imanol Agirre, profesor titular del Área Didáctica de Expresión Plástica de la UPNA.
---------------------------------------------------------------
Pero como dijo un anterior alcalde de esta ciudad de nombre Jaime: "La lectura es para gente aburrida".....
No hay comentarios:
Publicar un comentario