Sentimos los clarines de la caballería; un auto llega, y los acordes de la marcha real se oyen mientras las tropas presentan armas…..
¡Decepción!: hemos recibido con esos honores, á la comisión de Diputados forales, ya citada que volvía después de haber hablado con la Infanta en la venta de Izco, mientras almorzaba.
Se unen á las Comisiones y Autoridades que esperan, los señores Albistur y Goizueta, por la Diputación.
Momentos antes de las cuatro, llega el automóvil que conduce al Secretario del Gobierno civil señor Pastrana; éste nos dice que el coche de S.A. llegará inmediatamente.
En el público se hace un movimiento de impaciencia, de curiosidad
La LLEGADA
Guardias civiles á caballo llegan presurosos, anunciando la presencia del “auto” en que la infanta viaja.
Las trompetas de la caballería,-que forman fuera de la ciudad-suenan con brío, é inmediatamente aparece rodeado de soldados de Almansa, el coche de su alteza.
Las campanas de las iglesias y conventos de la ciudad voltean alegres, y su sonido se une á las notas de la marcha real, que las bandas militares entonan, á los vivas del pueblo, que acoge la presencia de doña Isabel con aplausos.
El coche de esta se detiene. Hasta él llegan los Gobernadores Civil y militar, que saludan á S.A.
Pocos momentos después descendió del “auto”, los que lo ocupan: Infanta, Marquesa de Nájera y conde de Coello- y se acercan al Cuerpo de Guardia, en que se hallan las autoridades.
El alcalde accidental señor Arvizu, se acerca á S.A y le saluda y dá la bienvenida en nombre de la Ciudad y Corporación que preside.
Al propio tiempo, cumpliendo una costumbre tradicional, en esta ciudad, le ofrece las históricas llaves de las puertas de Pamplona.
Doña Isabel y la Marquesa de Nájera, son obsequiadas con ramos de flores.
La Infanta saluda brevemente a las comisiones que le aguardaban y monta en el coche que el alcalde le ofrece, en unión de su dama, de los señores vice-presidente de la Diputación y alcalde.
En cuanto la infanta llegó, mando retirase á las tropas que cubrían la carrera, que se hallaban caladas por la lluvia.
Al ponerse en marcha la comitiva llueve torrencialmente, y sin embargo las calles están llenas de público que aplaude el paso de S.A.
............................................................................En el próximo capítulo, tal séquito empapado se irá, donde las autoridades religiosas se encuentran a buen resguardo en la Catedral, junto a (...) lo cual molestará bastante a nuestros prohombres............(Continuará)
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