Como os avisara en la anterior entrada -con el culo al aire-, os dejo con las crónicas de S.A.R. La Infanta Isabel, o como el pueblo la llamó: La Chata.
“El señor Alcalde de Pamplona no ha querido representar á su pueblo en este día, no ha querido acompañar á S.R.A la infanta Isabel y pasma que este Alcalde sea conservador, por lo tanto dinástico, más obligado aún por sus relaciones con el Gobierno que lo ha nombrado. Hubiéramos encontrado mal esa ausencia en un alcalde, fuera cual fuera su opinión política, pues se representa a la ciudad con apartamiento de toda bandería, ¡Pero en un conservador! Confesamos ingenuamente la pobreza de nuestra inteligencia para penetrar en tan formidable embolismo.
Veíamos ayer á los dignísimos miembros del comité conservador, nuestros respetables amigos los señores Conde de Guendulain y don Pedro Uranga, personas merecedoras de toda nuestra consideración, y pensamos en esto; en el comité que cumpliendo su deber saluda á S.A.R y en el Alcalde que se ausenta, y no sabemos que cara pondra el señor Irujo quien por faltar a todos sus deberes no ha recordado siquiera los lazos de parentesco que unen a S.R.A con el noble prócer, Conde de Guendulain, su amigo y jefe político.
No queremos insistir sobre este enojoso asunto; bastante consignar el unánime disgusto que la actitud del señor Alcalde ha producido en todas las personas sensatas y recordar que cuando un señor no puede cumplir un cargo debe de abandonarlo, y si esto no hace, no extrañe ni lamente que lo echen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario